Las intensas lluvias y tormentas que azotaron Bahía Blanca desde la madrugada desataron una tragedia sin precedentes en la ciudad bonaerense. Hasta el momento, las autoridades han confirmado 13 víctimas fatales, mientras que 1059 personas han sido evacuadas debido a los severos daños provocados por el temporal.
El fenómeno climático, descrito como una de las peores catástrofes en la historia de la región, provocó la suspensión total de actividades en la ciudad y la movilización de equipos de emergencia para asistir a los damnificados.
Operativo de emergencia y recorrida de autoridades
En respuesta a la crisis, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, junto con la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, y el ministro de Defensa, Luis Petri, visitaron las zonas afectadas para evaluar los daños y coordinar acciones de asistencia.
Las primeras declaraciones de los funcionarios confirmaron la magnitud del desastre: «Básicamente, hay que reconstruir la ciudad», señalaron desde la Provincia, anticipando un arduo proceso de recuperación.
Impacto del temporal y ayuda a los damnificados
La tormenta dejó calles anegadas, viviendas destruidas y daños severos en la infraestructura local. Organismos de rescate y voluntarios trabajan sin descanso para despejar escombros, asistir a las familias afectadas y restablecer servicios esenciales.
Las autoridades han habilitado centros de evacuación y distribución de insumos básicos para los damnificados, mientras se evalúan las medidas necesarias para la reconstrucción.
El pronóstico meteorológico indica que las condiciones climáticas podrían mejorar en las próximas horas, permitiendo un despliegue más efectivo de los operativos de ayuda en toda la ciudad.